EL CUENTO DEL FIN DEL MUNDO: CAP 13 (Estreno 2ª Temporada)

Prólogo:
Anteriormente, nuestros protagonistas Aldo Totter, Leia Granger (la friki) y Mario Bolsón se enteraron de que la bruja más malvada de los tiempos que corren, Bellatrix Merkel, deseaba robar el anillo creado por el Señor Oscuro Hitler, que Obama ‘El Gris’ guardaba. Comenzó así el enfrentamiento por los Aliados: EEUU con Obama ‘El Gris’, Reino Unido con Patricia McCondegall, España con Filius Felipus González (padre de Aldo), Francia con Astérix. Fidelius Castro decidió unirse a ellos contra Merkel; Y en el otro bando, el Eje: Alemania con Bellatrix Merkel, la España de Madame Aguirre, la Italia de Berlusconi, la Inglaterra de la Bruja Blanca y Grecia. Fidelius Castro hizo caso omiso de Obama y atacó Alemania, siendo vencido por Bellatrix Merkel. Como el bando español de Felipus perdía contra Aguirre, Aldo es el encargado de ir en busca de Gollum Zapaterus a las cavernas oscuras de Mordor, teniendo que sortear a temidos bandidos de la Cueva de los 40 ladrones, como Urdangarín, Bárcenas o Camps. Después de convencer a Gollum para liderar al ejército español hacia la victoria, nuestros protagonistas se enteran de la muerte de Filius Felipus González, el padre de Aldo, y el líder español contra Aguirre.
¿Cómo conseguirán nuestros protas vencer a la bruja de Merkel?
                                                                    


CAPÍTULO 13

Ella ya se había colocado la corona en su cabeza. Ya no era Madame, ¡ahora era REINA! Se encontraba sola en sus aposentos horas antes de su encuentro con la Emperatriz Bellatrix Merkel. Miraba hacia el infinito a través de la ventana justo cuando una paloma cagó en el cristal. Aguirre  observaba con tirria a aquella rata del aire. Pronto todo sería controlado por ella. Pero esa Merkel… Ahora eran aliadas, pero ¿y cuándo se hiciera con el anillo? Aguirre no se fiaba, y comenzó a urdir un plan en su cabeza, mientras cogía el bajo de unos pantalones que la quedaban un poquito largos. Decidió consultar con una de sus más leales consejeras.
Aquella misma tarde se presentó en la Plaza Mayor, y allí estaba ella. Por supuesto. Ana Bottle se estaba tomando su ‘relaxing cup of café con leche’, como hacía las 24 horas del día mientras cantaba la canción del ‘feliz no cumpleaños’. Aguirre se sentó frente a ella.
―Ola k ase. Necesito ayuda. Quiero derrocar a Merkel y hacerme con su poder ―Bottle carraspeó y habló.
―If you want matar a Merkel, you necesitarás my help ―Comenzó Bottle mientras mojaba su croqueta en el café con leche.
―Puede. ¿Qué quieres a cambio?
―The Olympic juegos in Madrid.
―Sabes que no está en mi mano. ¿Por qué bebes café, con el calor que hace?
―Not calor, hace cold. I have the pezons como chinchetas.
―Está visto que tendré que hacerlo yo sola. O quizás… El Emperador, él me ayudará.
                ― ¿Y yo?
                ―Tú puedes seguir aquí con tu jodida cup of café con leche, mientras el mundo está en guerra.
Se abrieron las puertas del templo para recibir a Aguirre. Ahí se encontraba él, sentado en su trono, con un bastón de oro en una mano y un diazepam en la otra, mientras su boca sin dientes disolvía una pastilla juanola.
― ¿Qué tal te ha ido el diazepam?
―Mano de Dios, nunca mejor dicho ―A sus 800 años, El Emperador Palpatine Benedictine XVI se levantó a duras penas de su trono para saludar a la Reina Aguirre, no sin antes colocarse la dentadura.
―Necesito algo a cambio de las pastillas.
―Pide por esa boquita, corasón mío.

(ay tensiom)